lunes, 18 de noviembre de 2013

TALENTO ¿Se nace o se hace?



Los diccionarios definen al talento como: "una marcada habilidad innata" o un "atributo natural de una cualidad superior".

Estas definiciones, que sugieren que el talento es algo que unos tienen y otros no, son crueles y no tienen ningún sentido. No serían otra cosa que sostener que la naturaleza hace una "arbitraria y normal distribución", en la que en un extremo vale la pena haber nacido mientras que en el otro, no.

En estos años de "cazatalentos" descubrí una angustia de dos vías: la de las empresas, cuando manifiestan su dificultad para encontrar e incorporar talentos a la organización y la de las personas, que se preguntan si tendrán el talento requerido en este momento en el mercado. Pero el talento sobra: se le atribuye a George Eliot la frase: "Nunca es muy tarde para ser lo que podrías haber sido".

La ciencia cada vez tiene más claro lo que se llama “plasticidad del cerebro” es decir, la capacidad que tenemos de moldear nuestro cerebro contrariamente a lo que se pensaba anteriormente. El talento tiene una parte de genética ya que hay conexiones que al nacer están más “mielinizadas”. Sin embargo, si sobretodo se incide en las edades más tempranas se puede “provocar” que ciertos circuitos neuronales, fruto de la práctica intensa, se potencien especialmente desarrollándose así un talento.

Muy interesante. Podríamos decir que todo el mundo nace con talento, pero no todo el mundo tiene la oportunidad de desarrollarlo, por lo tanto es una cuestión de oportunidades, no de capacidades.

Podemos decir que todos nacemos con talento potencial, o mejor dicho, todos nacemos con el potencial de desarrollarlo. Lo que es totalmente distinto que decir simplemente que "todos nacemos con talento".