Las nuevas organizaciones buscan empleados que sean
capaces de desaprender y de volver a
aprender y desarrollar nuevas competencias y habilidades.
“Los analfabetos del siglo XXI no serán aquellos
que no sepan leer y escribir, sino aquellos que no puedan aprender, desaprender
y reaprender” Albin Toffler.
Estamos aprendiendo todo en nuestra vida, desde que
nacemos. Aprendemos de nuestros padres, de nuestra familia, de nuestros amigos,
y por supuesto en el colegio e instituciones a las que asistimos. Gracias al
aprendizaje adquirimos nuevas habilidades y conocimientos que nos permiten
desenvolvernos en nuestro ambiente personal y profesional.
Hay muchas cosas que hacemos por inercia, porque
las aprendimos así y porque ni siquiera nos hemos planteado que se puedan hacer
de otra forma. Por eso es tan necesario aprender a “desaprender” todo aquello que nos limita y nos impide mejorar y
avanzar.
Si no somos capaces de “desaprender” lo aprendido y
volver a aprender cosas nuevas, no seremos capaces de desarrollar las nuevas
competencias y habilidades que se requieren para los nuevos modelos de empleo.
Las nuevas organizaciones buscan empleados que sean
capaces de adaptarse, de desaprender y de volver a aprender y desarrollar
nuevas competencias y habilidades. Se los considera Knowmad, los trabajadores
del futuro que se caracterizarán por ser los trabajadores del conocimiento.
La labor del trabajador del conocimiento en el
nuevo entorno laboral es saber qué información necesita y saber cómo aplicarla.
Son por lo tanto trabajadores que viven de su conocimiento y que están
constantemente aprendiendo y “desaprendiendo”.
Si no somos capaces de “reaprender” y adaptarnos a
los nuevos tiempos estamos perdiendo oportunidades.
Desaprender y volver a aprender es cultivar la
cultura del esfuerzo, es asumir que somos seres con capacidad para
replantearnos lo que nos enseñan y para aplicar la innovación en nuestra
formación y en nuestro trabajo. Aquellos que no dejan nunca de aprender,
aquellos que tienen inquietudes durante toda su vida y no se acomodan, son los
valientes, los que abandonan la zona de confort para arriesgarse a nuevas
aventuras y nuevos retos profesionales.
Nada es para siempre, ni las formas de buscar
empleo, ni los métodos de selección de personal, ni las relaciones entre jefes
y empleados, ni los modelos de trabajo. Desde esta premisa necesaria de que
nada es para siempre, no podemos ser inmovilistas en nuestra formación ni en
nuestro conocimiento.
Cuenta con nosotros… D2. De a dos… es más fácil!!!