Cinco sentidos: olfato, gusto, vista, tacto y
audición.
Las personas recibimos información del medio que nos
rodea a través de estos cinco sentidos, ellos son quienes nos permiten
interaccionar con otras personas y con el medio, ellos quienes nos traen
bellezas, incomodidades, placeres y miedos. Pero ¿Todas las personas
percibimos estas informaciones del mismo modo?
La corriente de la Programación Neurolingüistica nos
dice que el mundo, tal y como lo vemos no existe, somos nosotros quienes lo
“reinterpretamos” según nuestra personalidad, y según la predominancia de unos
sentidos sobre otros.
Esto también tiene que ver con la dimensión de la
predominancia cerebral. Si nuestra predominancia es la izquierda, por ejemplo,
seremos más tendentes a usar la lógica, al orden, pero si utilizamos más el
derecho nuestras capacidades serán más creativas, innovadoras y flexibles.
En la teoría de la PNL cada
persona dispone de un canal sensitivo para entender el mundo y para
relacionarse con las personas.
¿Cómo te relacionas con tu realidad?
Pensemos en un ejemplo. Cuando te presentan a una persona ¿cómo sueles
reaccionar? Según la PNL, las personas que utilizan el canal auditivo suelen
preferir un “Hola ¿qué tal?”, aquellas que se inclinan por una sonrisa o
una expresión gestual de cortesía, utilizan más el canal visual. Por último,
quienes utilizan un abrazo, son más kinestésicos.
Está claro que todos podemos tener una pequeña mezcla
de estas tres dimensiones, y que las usamos en diferentes situaciones, pero siempre
tendremos una predominancia u otra. Dependiendo de qué sentido tengamos
más desarrollado, nos va a determinar el modo en que, por ejemplo, adquiramos
conocimiento y nuevos aprendizajes. Nuestros gustos e intereses también están
relacionados con estas dimensiones, ya que, de algún modo, también tiene
que ver con nuestra personalidad.
LOS VISUALES
Puede que cuando conduzcas te guste escuchar música. Pero es posible que al
llegar a la ciudad y al notar que el tráfico se vuelve más denso y complicado, te
moleste tener la radio encendida, y más si en lugar de música sean palabras lo
que se escucha. No puedes concentrarte. Este sería un sencillo ejemplo de las
personas que utilizan en mayor grado este sentido.
Tienen un alto nivel de energía, son inquietas y
observadoras, captan el detalle y muchos de los pequeños aspectos que a otras
personas se les pasan por alto. Suelen visualizar imágenes en su mente para
poder recordarlas, y es común que para hacerlo, deban escribirse pequeñas notas o
apuntes. Necesitan lugares tranquilos para concentrarse.
LOS AUDITIVOS
¿Eres de lo que suele expresar sus pensamientos en voz
alta? ¿Prefieres siempre que otras personas te expliquen las cosas a leerlas tú
mismo? ¿Sueles seguir con facilidad las conversaciones de las personas aunque
estés mirando a otro lado? Si es así, tu modalidad de procesar la
información es la auditiva.
Son personas más relajadas, comunicativas y con
grandes dotes de expresión, les gusta conversar y recuerdan con gran detalle
cada una de las palabras que han escuchado.
LOS KINESTÉSICOS
¿Cuáles son tus pasiones? ¿Te gusta la cocina, el
deporte, trabajar al aire libre? ¿Prefieres experimentar las cosas antes de
infórmate sobre ellas? La PNL nos dice que las personas kinestésicas a
pesar de ser tranquilas, sienten un gusto especial por las emociones y por todo aquello que tenga
que ver con las cosas manuales, con experimentar con el tacto, el gusto y el
olfato. Son muy
expresivas socialmente, de las que buscan la cercanía, los abrazos… el contacto
físico.
No tienen especial interés por los detalles como pueden ser las personas más
“visuales”, pero eso sí, son más espontáneas y con tendencia a buscar emociones
en primera persona.
Para concluir, está claro que todos nosotros tenemos
unos trazos de todas estas dimensiones, pero lo interesante dentro de la
perspectiva de la PNL es que el modo en que entendemos la realidad, está
íntimamente relacionada con nuestra personalidad y también con nuestros
sentidos y la forma de comunicarnos.