jueves, 28 de agosto de 2014

Analfabetismo Gerencial.


En función de la definición de la UNESCO de 1958 existen varios tipos de personas analfabetas. Una persona es analfabeta si no sabe leer ni escribir (nivel básico de analfabetismo), pasando por otros niveles (funcional, idiomático, informático, existencial). De acuerdo a esos contenidos, un analfabeto gerencial (funcional) es aquel que conoce los conceptos administrativos clásicos pero que ya no le sirven para hacer frente a los nuevos retos que se están sucediendo en el campo empresarial, porque no se ha preocupado por su propia actualización en el campo gerencial.

El gerente analfabeto, desde su nombramiento, se destaca por una clara definición de su posición jerárquica, con la cual subyuga a los trabajadores. Su fuente de poder está dada por una estructura autócrata y los modelos y métodos empleados por éste ya no son los que lo conducirán de manera efectiva a conseguir una posición de competitividad. Está satisfecho con los conocimientos adquiridos y no puede ser creativo, porque los cambios lo han dejado con sus capacidades limitadas.

El mundo de los negocios es dinámico, no estático, está sometido a los efectos de los constantes cambios que se suceden a cada momento. En ese sentido, el gerente debe actuar en consonancia, no puede permanecer estancado con lo poco que sabe. No puede estar esperando a convertirse en un analfabeto funcional, debe superar ese peligro.

El gerente debe ser capaz de enfrentar los desafíos de la nueva economía que requiere mayores niveles de formación. Se debe tener la capacidad de estudiar el futuro para comprenderlo y poder influir en él. De ahí que se debe poseer una visión global, sistémica, dinámica y abierta que explique los posibles futuros, no sólo por los datos del pasado sino fundamentalmente teniendo en cuenta las evoluciones futuras de las variables (cuantitativas y sobretodo cualitativas) así como los comportamientos de los actores implicados, de manera que se reduzca la incertidumbre, ilumine la acción presente y aporte mecanismos que conduzcan al futuro aceptable, conveniente o deseado.

La adaptación al cambio y una visión estratégica pasan a ser obligatorias y prácticamente decisivas. Ciertamente, muchas oportunidades para innovar o para desarrollar nuevas oportunidades de negocio consisten en enfocar los procesos empresariales, la manera de hacer las cosas, de una forma diferente, diversa de las convencionales.

Las habilidades que se han poseído son útiles, pero cada vez se siente la necesidad de aumentar el conjunto de herramientas gerenciales para ser un directivo de esta época. Por ello, el personal directivo actual debe familiarizarse con las nuevas habilidades que hoy exige la moderna gestión de las empresas. Estas habilidades le servirán para desempeñar de manera más eficiente su trabajo y gestionar adecuadamente los equipos, negociar con los clientes internos y externos y proveedores, mejorando el rendimiento de su área u organización.

Se requiere que la nueva gerencia defina y fortalezca estructuras organizativas innovadoras que superen los modelos clásicos del pensamiento administrativo. Los Gerentes deben promover la edificación de modelos acordes con las nuevas realidades. Por lo tanto, actualizarse se convierte en una necesidad ineludible para asumir los retos y desafíos impuestos por el competitivo entorno que les rodea.