El impuesto a los créditos y débitos en cuentas bancarias, más conocido como “impuesto al cheque”, es uno de los tributos más resistidos por la ciudadanía en general. Se implementó durante 2001, con la emergencia económica. Fue calificado como arbitrario y distorsivo, y generó las protestas de la gente. Su aplicación estuvo fundada en la emergencia económica y social de 2001, de la mano de Domingo Cavallo, y se implementó a través de la Ley de Competitividad Nº25.413. Un año más tarde se estableció un régimen de coparticipación de los ingresos que generaba: el 70% para la Nación y el 30% restante para las provincias.
Según los especialistas es distorsivo, es resistido por todos los sectores de la actividad económica, fomenta la evasión y la elusión, al promover los pagos en efectivos que, en muchas oportunidades, no quedan registrados.
A través de este tributo, el Estado recauda el 0.6% de cada cheque que se deposita y otro 0.6% del que se cobra. Las únicas excepciones a este régimen son las acreditaciones de haberes, jubilaciones y pensiones ni las extracciones que se realicen a su respeto. La propia ley excluye, además, al Estado Nacional, Provincial, Municipal y a las reparticiones que funcionan en cada una de sus respectivas jurisdicciones.
En su artículo 3º, la ley establece que el producido de este impuesto queda afectado a la creación de un Fondo de Emergencia Pública que administrará el Poder Ejecutivo nacional con destino a la preservación del crédito público y a la recuperación de la competitividad de la economía, otorgándole preferencia a la actividad de las pequeñas y medianas empresas.
¿Cuál es el tratamiento aplicable para los sujetos adheridos al Monotributo?
Los monotributistas cuentan con el beneficio de la reducción de la alícuota del impuesto al 2.5 0/00 y 5 0/00 de tratarse de operaciones alcanzadas a la alícuota general del 6 0/00 y 12 0/00, respectivamente.
A tal efecto, deberán presentar una nota (cuyo modelo consta en el Anexo IX de la RG 2111/06) con carácter de declaración jurada ante el agente de liquidación y percepción en la que declaren que se encuentran exentos del Impuesto a las Ganancias y tienen exentas o no alcanzadas por el Impuesto al Valor Agregado la totalidad de las operaciones que realizan.
¿Contra qué impuestos procede el cómputo como pago a cuenta?
El impuesto a los débitos y créditos podrá computarse, indistintamente, como pago a cuenta de los impuestos a las ganancias, ganancia mínima presunta y contribución especial sobre el capital de cooperativas.
Recomendaciones y consejos para pagar menos impuesto al cheque.
Tips a considerar para que los depósitos de cheque en cuenta generen el menor porcentaje de impuesto al cheque a pagar.
Siempre existen dudas sobre cuál será el importe que finalmente se acreditará en la cuenta que tenemos abierta en nuestro banco luego de que efectuamos el depósito de un cheque en ella.
Por otro lado, la gente también se pregunta acerca de si el depósito de un cheque tanto en caja de ahorro o cuenta corriente, genera en ambos casos impuesto al cheque. Y en caso afirmativo, cuáles son los porcentajes a pagar?
Evidentemente, estas dudas son válidas ya sea por desconocimiento de lo que establece la Ley de impuesto al cheque o por las distintas posibilidades que se pueden presentar respecto de los siguientes aspectos:
•Tipo de cuenta donde se deposita el cheque (cuenta corriente o caja de ahorro)
•Banco donde se deposita el cheque (cheque del mismo banco u otra entidad)
•Situación tributaria del que deposita el cheque (monotributista u otros)
Incluso la combinación de los distintas posibilidades antes señaladas generan el pago de distintas alícuotas (porcentajes) a pagar.
A continuación se detallan, tanto para los depósitos de cheques en cajas de ahorro como en una cuenta corriente, el valor de los porcentajes que se deben pagar por dicha operatoria:
Depósito de cheque en Caja de Ahorros:
•Cheque de otro banco: Monotributista 5 por mil, otros 12 por mil
•Cheque del Banco donde se deposita el cheque distinto titular: Monotributista 5 por mil, otros 12 por mil
•Cheque Banco donde se deposita el cheque mismo titular: exento
Depósito de cheque en Cuenta Corriente:
•Cheque de otro banco: Monotributista 2,5 por mil, otros 6 por mil
•Cheque del Banco donde se deposita el cheque distinto titular: Monotributista, 2,5 por mil, otros 6 por mil
Por ejemplo, si sos monotributista te conviene "desde ya" depositar el cheque en tu cuenta corriente para pagar de impuesto al cheque sólo el 2,5 por mil del valor del cheque (si el valor del cheque es de $ 5.000 pagarías sólo $ 12,5 versus los $ 25 que deberías pagar si lo depositas en tu caja de ahorros). Si no sos monotributista y depositas el cheque en caja de ahorro el impuesto al cheque sería de $ 60.
jueves, 25 de julio de 2013
jueves, 18 de julio de 2013
Mapa de Empatía.
El mapa de la empatía es una técnica para ponerte en los zapatos del consumidor y así entender qué es lo que realmente quiere.
En un negocio, una de las principales claves del éxito es comprender al cliente y poner a su disposición un producto o servicio que satisfaga sus necesidades. Pero, ¿Cómo lo podemos conocer?
Habitualmente, la segmentación a través de elementos en común encasilla al público objetivo. Por ejemplo, determina que un producto es para clientes entre 25 y 35 años, de ingresos medio y aficionados a los deportes, basándose en conocimiento abstracto, pero olvidando que los clientes son un grupo de personas.
Una buena estrategia para conocer al consumidor y entender lo que realmente quiere más allá de lo que parece o lo que dice que necesita es el mapa de la empatía.
Esta técnica busca transformar los segmentos en personas, permitiéndonos conocerlo a él, su entorno, su visión del mundo y sus necesidades. Entender estas características nos ayudará a mejorar nuestra propuesta de valor y la atención o servicio al cliente.
Empatizar es un punto clave en la construcción del mapa de empatía, donde nos hacemos preguntas sobre él y las respondemos, poniéndonos en sus zapatos. Las principales preguntas del mapa de empatía son:
¿Qué piensa y siente? ¿Qué es lo que lo motiva a actuar? ¿Cuáles son sus preocupaciones? ¿Cuáles son sus expectativas?
¿Qué ve? ¿Cuál es su entorno? ¿A qué tipo de ofertas está expuesto? ¿A qué tipo de problemas se enfrenta?
¿Qué dice y hace? ¿Cómo se comporta habitualmente en público? ¿Qué dice que le importa? ¿Con quién habla? ¿Existen diferencias entre lo que dice y lo que piensa?
¿Qué escucha? ¿Qué es lo que escucha en su entorno profesional? ¿Qué le dicen sus amigos y familia? ¿Quiénes son sus principales influencias? ¿A través de qué medios y canales?
La respuesta a estas preguntas será una información fundamental para dar soluciones precisas a sus necesidades. Sin embargo, hay que salir a la calle y validar todas las hipótesis que hemos realizado sobre lo que motiva a nuestro cliente. Consultar, preguntar, cotejar nuestras respuestas sugeridas con la realidad.
La correcta aplicación de este análisis nos permite idear un modelo de negocios eficiente, debido a que tendremos un perfil real del cliente, que nos ayuda a definir proposiciones de valor acertadas, formas idóneas de captar clientes e implementar mejores estrategias de comunicación.
jueves, 11 de julio de 2013
Sustentable… Sostenible…?
Al investigar todo lo referente a los conceptos de Sostenible y Sustentable, muchos autores lo usan indistintamente, aunque otros dan entrever que son sinónimos. Cómo si ambos tuvieran significados "parecidos pero diferentes", algo así como “entender” y “comprender”.
La verdad es que tienen connotaciones diferentes y deben ser usadas con propiedad; para ello, es preciso definir con claridad ambos conceptos de manera que sirva en la sistematización del conocimiento en estos aspectos tan importantes, y que juegan un rol trascendental en los planes y programas de negocios.
La palabra sustentable o el concepto de la sustentabilidad tiene que ver con el aspecto de “manutención”, que corresponde en un sistema a lo endógeno; es decir a todo lo que tiene que ver con el mantenimiento del sistema en cuanto a su permanencia en el tiempo. Y cuando hablo de lo endógeno me refiero a las debilidades y fortalezas que existen en un sistema en su ámbito interno.
En tal sentido, lo sustentable tiene que ver con las estrategias que se deben plantear para transformar las debilidades en fortalezas o mitigarlas, como también capitalizar al máximo las fortalezas. Lo endógeno o interno tiene que ver con las capacidades instaladas, la materia prima, la mano de obra, los intangibles y todo aquello que tiene ver con su propia existencia, desarrollo y crecimiento del sistema.
La palabra sostenible o el concepto de sostenibilidad. Etimológicamente nos lleva a “sostener”, implica, en el fondo, que alguien o algo externo o ajeno aparezcan en escena y “sostenga”. Por ello, lo sostenible se halla en el ámbito externo o exógeno a un sistema. Entonces tiene que ver con las oportunidades y las amenazas de un sistema para mantenerse en el tiempo. Es decir, trata de las estrategias que tengan que ver con el aprovechamiento de las oportunidades y la mitigación o prevención de las amenazas.
Dentro del ámbito externo se hallan, las políticas de gobierno, el clima, los tratados, la competencia, el mercado, el medio ambiente, etc.
Ambas, es decir lo sustentable (fortalezas y debilidades) y lo sostenible (oportunidades y amenazas) se proyectan al futuro y son interdependientes. Por ello, una buena estrategia tiene que ser sustentable y sostenible en el tiempo, pues ambas tienen que ver con los aspectos interno y externo de un sistema.
jueves, 4 de julio de 2013
Pensamiento de Diseño. (Design Thinking)
“Equilibrar deseabilidad, lo que los humanos necesitan, con viabilidad técnica y viabilidad económica.”
El “Pensamiento de Diseño” es una manera de resolver problemas reduciendo riesgos y aumentando las posibilidades de éxito. El “Pensamiento de Diseño” comienza poniendo las necesidades humanas en el centro y a partir de ahí, observando, planteando prototipos y testeando, conecta conocimientos de diversas disciplinas (psicología, sociología, marketing, ingeniería) para llegar a una solución humanamente deseable, técnicamente viable y económicamente rentable.
A su vez, cada vez más empresas Pymes implementan esta metodología para solucionar sus cuellos de botella.
Es un enfoque estratégico para abordar un problema que implica un análisis destinado a ser puesto en práctica.
El “Pensamiento de Diseño” se aplica en múltiples campos, como ser, desarrollo de productos y servicios, rediseño de procesos.
Sin duda es en el campo de la innovación de procesos donde el “Pensamiento de Diseño” está generando más frutos.
La innovación no puede dejarse en manos de la casualidad. Podemos beneficiarnos de una metodología y de unas técnicas para sistematizar el proceso de la innovación e incrementar las posibilidades de crear con éxito. El “Pensamiento de Diseño” nos permite innovar de una manera eficiente.
Es necesaria una resolución sistémica de los problemas, que tenga en cuenta al usuario, la escasez de recursos o el impacto social, medioambiental, etc. de nuestras decisiones.
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