En tiempos de negocios globales, los líderes dirigen equipos de personas de diferentes culturas. Así, es necesario desarrollar una nueva habilidad: la inteligencia cultural...
En las últimas dos décadas, grandes cambios producidos en el mundo de los negocios han aumentado la necesidad de dirigir grupos de culturas diferentes.
Por un lado, se ha experimentado una afluencia de mujeres e inmigrantes muy preparados académicamente. Por otro lado, los trabajadores de la nueva generación tienen valores diferentes: quieren más tiempo para dedicar a la familia, y un ambiente laboral mejor y más justo. Finalmente, la globalización de los negocios empuja a cruzar fronteras, y a menudo se trabaja con clientes de otras regiones.
Así, los líderes de hoy en día deben realizar sus tareas en equipos complejos y diversos. Y, para ser efectivos, necesitan cultivar la "inteligencia cultural".
viernes, 27 de agosto de 2010
jueves, 19 de agosto de 2010
Tendencias en RR.HH.
Es necesario conocer el perfil de las nuevas generaciones de recursos humanos, sus necesidades, pretensiones, habilidades y potencial.
Es decir,
1. Reconocer los factores que influyen sobre las nuevas generaciones al momento de elegir, permanecer o renunciar a un trabajo.
2. Identificar las habilidades, aptitudes, potencial y el perfil laboral de las nuevas generaciones.
3. Conocer sus pretensiones salariales y los beneficios esperados.
4. Determinar los planes de capacitación y desarrollo específicos para las nuevas generaciones.
Por este motivo, es necesario profundizar temas como políticas de compensaciones y beneficios específicas para esta generación, las pretensiones salariales y los argumentos de negociación de este grupo etario, los estilos de perfiles, identificando los comportamientos, competencias y habilidades habituales de esta generación.
Es decir,
1. Reconocer los factores que influyen sobre las nuevas generaciones al momento de elegir, permanecer o renunciar a un trabajo.
2. Identificar las habilidades, aptitudes, potencial y el perfil laboral de las nuevas generaciones.
3. Conocer sus pretensiones salariales y los beneficios esperados.
4. Determinar los planes de capacitación y desarrollo específicos para las nuevas generaciones.
Por este motivo, es necesario profundizar temas como políticas de compensaciones y beneficios específicas para esta generación, las pretensiones salariales y los argumentos de negociación de este grupo etario, los estilos de perfiles, identificando los comportamientos, competencias y habilidades habituales de esta generación.
lunes, 9 de agosto de 2010
Consultoría... Para qué?
¿Tu empresa está en problemas y no sabes a quién recurrir? Tal vez necesites la ayuda de un consultor y no lo sepas.
Actualmente, cada vez más empresas contratan algún servicio de consultoría. Sin embargo, muchas empresas desconocen los beneficios que un consultor puede dar a su organización, por ello se preguntan: ¿la consultoría es para mí?
Al igual que las personas, las empresas también se enferman. Cuando esto sucede es necesario llamar a un “médico” para que las diagnostique, les prescriba un tratamiento y le de seguimiento a su padecimiento. Ese médico es el consultor.
Características de la consultoría
La consultoría debe ser independiente. No pueden proveer servicios de consultoría las personas que están en el día a día de la operación, porque difícilmente verán con objetividad los errores que está cometiendo la empresa.
Al no tener la capacidad para tomar decisiones y ejecutarlas, él funciona como un promotor del cambio. El papel del consultor es aconsejar a los tomadores de decisión; su obligación es hacerlo en el momento preciso y de la forma correcta.
Al pasar por un gran número de organizaciones, el consultor adquiere un gran número de conocimientos. Esta capacidad le permite tener la experiencia para saber cómo actuar ante una problemática. Por ello se dice que los consultores son “generalistas”: si bien cuentan con su especialidad su cultura general es muy amplia.
Sin embargo, es importante destacar que el consultor no es un mago. La mera consultoría no eliminará los problemas de la empresa: será necesario que se involucren todas las áreas para implementar las estrategias propuestas y desarrollar ajustes y cambios de manera conjunta.
Actualmente, cada vez más empresas contratan algún servicio de consultoría. Sin embargo, muchas empresas desconocen los beneficios que un consultor puede dar a su organización, por ello se preguntan: ¿la consultoría es para mí?
Al igual que las personas, las empresas también se enferman. Cuando esto sucede es necesario llamar a un “médico” para que las diagnostique, les prescriba un tratamiento y le de seguimiento a su padecimiento. Ese médico es el consultor.
Características de la consultoría
La consultoría debe ser independiente. No pueden proveer servicios de consultoría las personas que están en el día a día de la operación, porque difícilmente verán con objetividad los errores que está cometiendo la empresa.
Al no tener la capacidad para tomar decisiones y ejecutarlas, él funciona como un promotor del cambio. El papel del consultor es aconsejar a los tomadores de decisión; su obligación es hacerlo en el momento preciso y de la forma correcta.
Al pasar por un gran número de organizaciones, el consultor adquiere un gran número de conocimientos. Esta capacidad le permite tener la experiencia para saber cómo actuar ante una problemática. Por ello se dice que los consultores son “generalistas”: si bien cuentan con su especialidad su cultura general es muy amplia.
Sin embargo, es importante destacar que el consultor no es un mago. La mera consultoría no eliminará los problemas de la empresa: será necesario que se involucren todas las áreas para implementar las estrategias propuestas y desarrollar ajustes y cambios de manera conjunta.
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