viernes, 29 de diciembre de 2017
jueves, 28 de diciembre de 2017
lunes, 18 de diciembre de 2017
lunes, 11 de diciembre de 2017
Previsión de los fenómenos futuros y el control de los recursos.
El proceso administrativo es el flujo continuo
e interrelacionado de las actividades de planeación, organización, dirección y
control, desarrolladas para lograr un objetivo común: aprovechar los recursos
humanos, técnicos, materiales y de cualquier otro tipo, con los que cuenta la organización
para hacerla efectiva, para sus stakeholders (partes interesadas) y la
sociedad.
Se plantean dos fases en el proceso administrativo, una mecánica y otra
dinámica.
Fase mecánica.
En la primera, fase
mecánica, se busca establecer qué hacer y se prepara la estructura necesaria
para hacerlo, comprende las actividades de planeación y organización.
La planeación es la primera
pieza de este rompecabezas.
La necesidad de
planear se derivan del hecho de que todo organismo social en un medio que
constantemente está experimentando, cambios tecnológicos, económicos,
políticos, sociales, culturales.
Planear implica que
los administradores piensen con antelación en sus metas y acciones, y que basen
sus actos en algún método, plan o lógica, y no en corazonadas.
Consiste en fijar
el curso concreto de acción que ha de seguirse, estableciendo los principios
que habrán de orientarlo, la secuencia de operaciones para realizarlo, y la
determinación de tiempos.
Es decir, saber qué
se va a hacer por anticipado, cuál va a ser la dirección que se va a tomar para
alcanzar los objetivos de la manera más eficiente. ¿Qué se desea conseguir
(objetivos)? ¿Qué se va a hacer para alcanzarlo? ¿Quién y cuándo lo va a hacer?
¿Cómo lo va a hacer (recursos)? La planeación trata de crear un
futuro deseado.
Es así que la
planificación requiere definir los objetivos o metas de la organización,
estableciendo una estrategia general para alcanzar esas metas y desarrollar una
jerarquía completa de Planes (de corto, mediano y largo plazo) para coordinar
las actividades.
De ésta manera, se
debe considerar como elementos (o pasos)
de la planificación:
·
Investigación del entorno e interna -
Estrategias - Políticas y Propósitos.
·
Procedimientos - Programas -
Presupuestos - Cursos de acción.
La organización, es un sistema de actividades conscientemente coordinadas; la
cooperación entre ellas es esencial para la existencia de las organizaciones.
Una organización sólo existe cuando hay personas capaces de comunicarse y que
están dispuestas a actuar conjuntamente para obtener un objetivo común.
De ésta manera, la
organización es un conjunto de cargos con reglas y normas de comportamiento que
han de respetar todos sus miembros, y así generar el medio que permite la
acción de una empresa. La organización es el acto de disponer y coordinar
los recursos disponibles (materiales,
humanos y financieros) cuyo fin es establecer una relación entre el trabajo y el personal que
lo debe ejecutar
Es decir, a fin de preparar la estructura necesaria (fase
mecánica: planeación y organización), la Organización es un proceso en donde se determina qué es lo que debe
hacerse para lograr una finalidad ya establecida o planeada (Planeación), dividiendo y coordinando
las actividades y suministrando los recursos.
De ésta manera, se
debe considerar como elementos de la organización
las normas y bases de datos que han sido dispuestas para estos propósitos.
Fase dinámica.
La segunda, fase
dinámica, se refiere a cómo se maneja ese organismo social que se ha
estructurado y comprende las actividades de dirección y control.
La dirección es la función
que trata, a través de la influencia interpersonal, de lograr que todos los
involucrados en la organización contribuyan al logro de sus objetivos.
Es así que, la
dirección como etapa del proceso administrativo, comprende la influencia del
administrador en la realización de planes, obteniendo una respuesta positiva de
sus empleados mediante la comunicación, la supervisión y la motivación.
De ésta manera, los
elementos que componen la dirección son:
- Ejecución de los planes de acuerdo con la
estructura organizacional.
- Motivación.
- Guía o conducción de los esfuerzos de los
subordinados.
- Comunicación.
- Supervisión.
- Alcanzar las metas de la organización.
El control, es la actividad
de seguimiento encaminada a corregir las desviaciones que puedan darse respecto
a los objetivos.
El control se
ejerce con referencia a los planes, mediante la comparación regular y
sistemática de las previsiones y las consiguientes realizaciones y la
valoración de las desviaciones habidas respecto de los objetivos.
El control, pues, contrasta lo esperado (planeado) y lo
conseguido para desencadenar las acciones correctores, que mantengan el sistema
regulado, es decir, orientado a sus objetivos con el fin de buscar la mejora
continua.
El control es una
etapa primordial en la administración, pues, aunque una empresa cuente con
magníficos planes, una estructura organizacional adecuada y una dirección
eficiente, el ejecutivo no podrá verificar cuál es la situación real de la
organización sino existe un mecanismo que se cerciore e informe si los hechos
van de acuerdo con los objetivos.
El concepto de
control es muy amplio, a fin de incentivar que cada uno establezca una
definición propia del concepto recordemos que según un estudioso en el tema, Henry Fayol, el control consiste en verificar si todo ocurre de conformidad con el
plan adoptado, con las instrucciones emitidas y con los principios
establecidos. Tiene como fin señalar las debilidades y errores a fin de
rectificarlos e impedir que se produzcan nuevamente.
Interrelación entre las funciones.
En la práctica
real, las 4 funciones fundamentales de la administración están entrelazadas e
interrelacionadas, el desempeño de una función no cesa por completo antes que
se inicie la siguiente. Y por lo general no se ejecuta en una secuencia en
particular, sino como parezca exigirlo la situación.
Al establecer una
nueva empresa el orden de las funciones será quizás como se indica en el
proceso, pero, en una empresa en marcha, el administrador puede encargarse del
control en un momento dado y a continuación de esto ejecutar y luego planear.
La secuencia deber
ser adecuada al objetivo específico.
Típicamente el ejecutivo
se halla involucrado en muchos objetivos y estará en diferentes etapas en cada
uno. Para el “no administrador” esto puede dar la impresión de deficiencia o
falta de orden. En tanto que, en realidad, el administrador tal vez está
actuando con todo propósito y fuerza. A la larga, por lo general, se coloca
mayor énfasis en ciertas funciones más que en otras, dependiendo de la
situación individual. Así como algunas funciones necesitan apoyo y ejecutarse,
antes que otras puedan ponerse en acción.
Las funciones fundamentales no se ejecutan en forma independiente
una de otra sino que se entrelazan entre sí. Forman de esta manera una
interrelación entre las mismas, de tal forma que la ejecución de una influye
sobre los demás.
Coordinar es
establecer la armonía entre todos los actos de una empresa de manera de
facilitar su funcionamiento y procurar el buen éxito.
La coordinación de
las funciones fundamentales (Planear. Organizar. Dirigir. Controlar):
·
Garantizan la disponibilidad del
personal, a todos los procesos de la empresa que contribuyan a la productividad
organizacional.
·
Garantizan la gestión efectiva del
presupuesto aprobado para el proceso de diseño de la organización con el fin de
ejecutarlo según los lineamientos económicos de la empresa.
·
Consolidan y actualizan permanentemente
los estandartes organizacionales para dar cumplimiento al alineamiento
organizacional desarrollando mayor rentabilidad y mejores prácticas de negocio.
La
importancia del proceso administrativo radica en la previsión de los fenómenos
futuros y el control de los recursos en forma sistemática y ordenada.
D2 Consultora Empresarial
CoDirectoras: Dra. LA. María Laura D'Avanzo - Dra. CP. Judith Yanina Bulian
www.d2deados.com.ar
martes, 7 de noviembre de 2017
lunes, 23 de octubre de 2017
miércoles, 13 de septiembre de 2017
jueves, 24 de agosto de 2017
jueves, 27 de julio de 2017
lunes, 24 de julio de 2017
viernes, 7 de julio de 2017
La gestión del riesgo: las lecciones que dejó la tragedia del Chapecoense.
Cuáles son las enseñanzas desde un punto de vista
corporativo que dejó el desastre aéreo.
La noche del lunes 27 de noviembre de 2016, un avión de la
línea aérea LaMia, proveniente de la ciudad boliviana de Santa Cruz de la
Sierra, se estrelló a pocos kilómetros de la pista de aterrizaje del aeropuerto
de Medellín. En el avión viajaba el plantel del equipo de futbol brasilero
Chapecoense -que debía jugar la final de la copa Sudamericana- directivos del
club, un grupo de simpatizantes y periodistas que acompañaban al plantel. El
saldo es de 71 muertos y 6 sobrevivientes con heridas de distinta consideración.
Se comprobó que el avión cayó sin combustible, y que el plan de vuelo
presentado era inadecuado.
Mucho se ha escrito sobre este tema en los últimos días,
pero hay tres conceptos clave de risk management que pueden funcionar como
lecciones que dejó la tragedia.
Sobre la importancia del mapa de riesgos.
Nadie (en LaMia, en el club Chapecoense o en la Conmebol)
consideró posible que ocurriera un accidente así. Es decir, ninguna de las
entidades involucradas tenía un accidente de este tipo en su mapa de riesgo. El
avión se estrelló por haber despegado sin el combustible suficiente. Para que
ello ocurra se deben burlar una serie de controles internos y externos.
Parecería ser imposible esquivar todos los controles (supuestamente no
relacionados entre sí), sin embargo, ocurrió. Con esto se aprende que no
importan lo "improbable" que parezca un riesgo, si no se lo tiene en
el mapa de riesgo no está siendo monitoreado.
Haber tenido esta posibilidad en el mapa de riesgo hubiera
forzado a la empresa a tener procedimientos diferentes y a evitar, o al menos
bajar sustancialmente sus probabilidades de ocurrencia. Hay que hacer lo
imposible por intentar asegurarse de que el mapa de riesgos de la empresa está
completo.
Sobre los incentivos a asumir riesgos.
Desde el punto de vista empresario, los incentivos a asumir
un riesgo (o a mitigarlo) varían con el nivel de aversión al riesgo del
individuo, y ésta no es igual en diferentes stakeholders (o partes
interesadas). Por ejemplo, a igualdad de aversión al riesgo, los accionistas
tienen un mayor apetito a asumir riesgos que otros stakeholders. Esto ocurre
dado que cuando una empresa decide asumir un mayor riesgo, si bien es cierto
que aumentan las probabilidades de experimentar pérdidas, los accionistas
tienen una mayor potencial ganancia (en caso de que las cosas salgan bien).
Normalmente el único stakeholder que tiene una potencial
ganancia asumiendo por asumir riesgo es el accionista, que va a ser el receptor
del beneficio adicional. Para los acreedores el riesgo adicional aumenta la
probable pérdida, pero no les habilita una mayor ganancia. Con los empleados
pasa algo similar.
En el caso del avión de LaMia, el piloto, que era quien
decidía asumir el riesgo, era además accionista de la compañía, por lo que el
potencial ahorro que se conseguía sin parar a reabastecer el avión, y
"tirarse a llegar a Medellín", generaba, al menos en parte, un
beneficio que lo incentivaba a asumir el riesgo.
De cualquier manera, para comprender las razones por las que
alguien -que iba a estar arriba del avión se anime a asumir tamaño riesgo,
necesitamos agregar un sesgo en el riesgo, punto que tratamos a continuación.
Sobre los sesgos en la gestión de riesgos.
La gente suele tener una menor percepción de la importancia
de un riesgo cuando suele creer que tiene cualidades diferenciales para
hacerles frente. Esto se puede encuadrar dentro de dos sesgos conocidos; el del
exceso de confianza (overconfidence, en inglés) y el optimismo (optimism).
Ambos conceptos tienden a minimizar el riesgo asumido, y se
realimentan cuando el agente repite este comportamiento muchas veces sin
consecuencias negativas. Es decir, en caso que el piloto haya tomado estos
riesgos en el pasado sin consecuencias negativas, simplemente aumenta su
incentivo a asumir más riesgos de los debidos.
La pregunta para hacerse ahora es: ¿cuántas cosas como estas
pueden pasar en una empresa? No hay que pensar en la tragedia de la caída de un
avión, sino en eventos que tienen características similares en su concepción.
Seguramente, haya muchos riesgos que no se estén
considerando en el mapa de riesgo. También es muy probable que haya decisiones
de asunción de riesgos en manos de personas que tienen incentivos y sesgos que
pueden torcer sus resoluciones. Seguramente, es un buen momento para sentarse a
reflexionar sobre cómo se pueden aplicar estos aprendizajes a una organización.
Fuente: Diario La Nación.
Consultora Empresarial D2.
De a dos... Es más fácil!
jueves, 22 de junio de 2017
martes, 23 de mayo de 2017
lunes, 10 de abril de 2017
El valor de tu “salario emocional”.
Pensar que la mejor motivación y la mejor
compensación es siempre el dinero es un gran error. Existen otro tipo de
motivaciones, compensaciones y salario que complementan al económico y que en
muchas ocasiones pueden ofrecer más satisfacción para el empleado.
Las nuevas generaciones de trabajadores, ya no
tienen suficiente con el salario económico; necesitan además ser recompensados
con otro tipo de retribución que les ayude a conciliar la vida profesional y
familiar.
Existen 6 motivos principales por los que una
persona abandona su empleo:
1. Falta de reconocimiento
2. Que sea regla trabajar fuera del horario
establecido (u horarios inflexibles).
3. Que no se sienta realizado o disfrute su
trabajo.
4. Que esté mal pagado.
5. Que no existan posibilidades de crecimiento.
6. Que el trabajo no sea flexible.
El cambio laboral en las nuevas generaciones (los
millennials) se debe a su perspectiva laboral. La investigación de Harvard
muestra que para los millennials es importante estar en una organización donde
se les permita crecer y aprender; que el trabajo que realicen sea de verdad
interesante y que exista posibilidad de crecimiento. Mientras que para sus
padres / abuelos (los Baby Boomers) lo importante era contar con un buen jefe y
un buen sueldo.
El salario emocional, se refiere a todas aquellas
retribuciones no económicas que el trabajador puede obtener de la empresa y
cuyo objetivo es incentivar de forma positiva la imagen que tiene sobre su
ambiente laboral e incrementar su productividad, así como satisfacer las
necesidades personales, familiares o profesionales que manifiesta, mejorando su
calidad de vida y fomentando un buen clima organizacional.
Este tipo de retribución puede actuar como “factor
motivador” de los empleados y así mejorar la opinión que los trabajadores
tienen de la empresa. Por lo tanto, no se trata de recibir una mayor cantidad
de dinero, sino de recibir prestaciones que el trabajador entiende como
beneficios más valiosos que un aumento de sueldo.
Suena romántico, pero este salario emocional a
veces hace la diferencia entre los trabajadores que se quedan y los que se van.
Para algunos, incluso, estos beneficios no económicos son mucho más valiosos
que un sueldo alto.
Cuenta con
nosotros! En un contexto de aguda competencia, de reducción de costos, y
mayor aprovechamiento de los recursos, la implementación adecuada de las
diferentes herramientas existentes en Recursos Humanos son factores
determinantes para implementar estrategias competitivas exitosas. D2.
sábado, 25 de febrero de 2017
LOS 4 ASESINOS DE LAS PYME
Muchos emprendedores creen manejar sus negocios
perfectamente cuando de repente todo se viene abajo, eso se debe a algún
asesino silencio. Así como los humanos estamos propensos a sufrir gracias a
estos asesinos, una PyME también pero no de la misma manera. A tu negocio no le
dará colesterol o un infarto pero si otros factores más peligrosos, sin
embargo, tal ves un asesino silencioso no te deje en la ruina pero si se
combina con otro u otros, puede ser algo muy grave.
Compartimos cuatro síntomas para saber si la salud
de tu PyME corre peligro:
1. Las
reuniones son fiestas entre amigos.
Si en tus juntas o reuniones tu equipo solo se
sienta a conversar, sonreír entre ellos y estar todos de acuerdo sin antes debatir
u dar su punto de vista ante una decisión puede ser señal de que algo está mal.
Los emprendedores o líderes deben motivar a sus empleados para construir
debates o discusiones más significativas para obtener mejores resultados.
2. La innovación
está de vacación.
Cambios suceden todos los días, siempre debes estar
atento a nuevas tecnologías, métodos y por supuesto productos o servicios. Si
menos del 20% de tus ventas viene de productos lanzados en los últimos dos años
puede que no estés innovando en tu empresa, por lo menos de la manera adecuada.
3. El
cliente siempre tiene la razón.
El mantra "el cliente siempre tiene la
razón" no tiene porque ser acertada siempre. Imagina que una persona a la
cual no le gusta lo que ofreces, comienza hablar mal de ti y de tus productos.
Mucho de esto también tiene que ver con tus vendedores ya que son los que crean
una relación más directa con los clientes, ellos no tienen porque siempre
darles la razón sobre todo cuando hay cambios en precios o productos. Deben
hacer comprender al cliente de ciertas decisiones.
4. Empleados
tóxicos.
El peor asesino silencioso es este, ya que de nada
te servirá tener la mejor idea o mejor negocio si cuentas con empleados tóxicos.
Tener uno ya es un problema, imagínate tener a dos, tres o cuatro.
Recuerda que son muchos los factores que pueden
matar a tu empresa, pero con control y comunicación podrás evitar este gran
problema.
CUENTA CON NOSOTROS!
martes, 17 de enero de 2017
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