No por constituir un aspecto conocido y estudiado, el tema del liderazgo está acabado, mucho menos desde el punto de vista de la estrategia. Sigue manteniendo plena vigencia, en tanto que las funciones de la gestión continúan siendo determinantes para el éxito o el fracaso de las organizaciones.
Desde que los hombres comenzaron a vivir en comunidad, se hizo necesario que en su proceso de organización natural algunos de ellos asumieran la responsabilidad de aunar los intereses, planteara objetivos y controlara los incipientes resultados obtenidos. El desarrollo así lo demandaba.
La organización resulta improductiva, anárquica e incluso caótica cuando carece de una figura capaz de proporcionar coherencia. Puede suceder incluso, que habiendo cierto grupo de individuos, no exista como tal la organización, si no se cumplen determinadas condiciones necesarias para ser considerada como algo más que una suma simple de individuos.
En la práctica ha quedado comprobada la importancia del líder en las organizaciones, ya sea en el ámbito militar como en el civil. Su papel resulta imprescindible por su capacidad de convocatoria, de aglutinar y de cohesionar.
En la política, la economía, el deporte, el ejército, etc., se hace indispensable la figura de un líder que sea capaz de definir objetivos, establecer una estrategia y organizar y dirigir las acciones.
Muchos son los ejemplos de organizaciones de diversa índole que han alcanzado notables resultados guiadas por un individuo, sin que pueda desconocerse la importancia del grupo en la consecución de los objetivos, pues serán los encargados de materializar los resultados previstos.
Sin embargo, a pesar de la importancia del líder, existe consenso en que esta figura no se hace, sino que nace. Innegable que las dotes naturales deberán ser redondeadas mediante la formación y la capacitación, e incluso la experiencia también jugará su papel, pero siempre a partir de que existan las bases para sustentarlo.
Lamentablemente no todas las organizaciones –sea cual sea la organización, independiente a su tamaño y ámbito de acción- disponen de un líder, aunque tengan una persona que las dirija, lo cual va suponiendo la diferencia entre el líder y el jefe jerárquico.
martes, 26 de julio de 2011
jueves, 7 de julio de 2011
Comunicación Interna: Encuesto alguna vez a sus empleados?
Es un elemento de comunicación interna unidireccional, pero ascendente. Permite recabar la opinión de los empleados sobre algun aspecto de la gestión de la empresa o de sus actividades o procesos e, igualmente, recibir sugerencias de éstos.
Es una forma de comunicación interna cada día más utilizada, aunque en muchas ocasiones mas formal que intencionadamente. Todavía existen muchos directivos y mandos intermedios que no creen en absoluto en su eficacia o desconfian de estas encuestas. En cierto modo, son temidas por la escala de mandos que puede ver en ellas un peligro para su status y prestigio dentro de la empresa.
Sus principales características son:
- Es una de las formas de obtener información de abajo a arriba.
- Permite el anonimato en las respuestas, si así se desea.
- Las preguntas pueden estar bien pensadas y estructuradas.
- Unas preguntas mal planteadas inutilizan la encuesta .
- Cabe la respuesta incierta o falsa, en el sentido de contestar arbitrariamente o intencionadamente al revés de lo que se piensa.
- Permite cuantificar las respuestas y hacer seguimientos y comparaciones.
- No gusta a muchos directivos y mandos intermedios.
- La información obtenida es limitada y ha de ser bien analizada.
- Las conclusiones a sacar de las respuestas han de obtenerse con prudencia.
- Permite que los empleados manifiesten cuestiones que no harían en otro caso, bien por no tener oportunidad de hacerlo o bien por su carácter escrito y anónimo.
- Las opiniones y sugerencias pueden ser muy subjetivas e incluso adolecer de cargas emocionales o de simpatía/antipatía.
- Requieren explicación previa de cómo se cumplimenta y qué se pretende.
- El empleado se puede sentir más útil y que se cuenta con su participación.
- Es preciso que se vea, después, que opiniones y sugerencias han servido para algo o se han tenido en cuenta .
Es una forma de comunicación interna cada día más utilizada, aunque en muchas ocasiones mas formal que intencionadamente. Todavía existen muchos directivos y mandos intermedios que no creen en absoluto en su eficacia o desconfian de estas encuestas. En cierto modo, son temidas por la escala de mandos que puede ver en ellas un peligro para su status y prestigio dentro de la empresa.
Sus principales características son:
- Es una de las formas de obtener información de abajo a arriba.
- Permite el anonimato en las respuestas, si así se desea.
- Las preguntas pueden estar bien pensadas y estructuradas.
- Unas preguntas mal planteadas inutilizan la encuesta .
- Cabe la respuesta incierta o falsa, en el sentido de contestar arbitrariamente o intencionadamente al revés de lo que se piensa.
- Permite cuantificar las respuestas y hacer seguimientos y comparaciones.
- No gusta a muchos directivos y mandos intermedios.
- La información obtenida es limitada y ha de ser bien analizada.
- Las conclusiones a sacar de las respuestas han de obtenerse con prudencia.
- Permite que los empleados manifiesten cuestiones que no harían en otro caso, bien por no tener oportunidad de hacerlo o bien por su carácter escrito y anónimo.
- Las opiniones y sugerencias pueden ser muy subjetivas e incluso adolecer de cargas emocionales o de simpatía/antipatía.
- Requieren explicación previa de cómo se cumplimenta y qué se pretende.
- El empleado se puede sentir más útil y que se cuenta con su participación.
- Es preciso que se vea, después, que opiniones y sugerencias han servido para algo o se han tenido en cuenta .
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