Las empresas que implementan técnicas de coaching consiguen un retorno de la inversión de hasta el 70 por ciento.
Más de un millar de profesionales en España y en países como Italia, Portugal, México o Argentina se han formado con este Programa de Certificación de Coaching Ejecutivo de la entidad. Sólo en 2010, la actividad del coaching experimentó un crecimiento del 30 por ciento.
Las técnicas de coaching generan un espacio de aprendizaje permanente que ayuda a derribar obstáculos, superar límites y estimular la innovación y la creatividad que se contabilizan, después, en una mayor productividad. Su esencia está en transformar las relaciones que se dan en la empresa y en estimular un cambio de paradigmas que transforma el tradicional rol del jefe en el de facilitador/entrenador o coach.
El coach no puede cambiar lo que ha ocurrido pero sí puede ayudar a alguien a cambiar su interpretación acerca de ello. Lo que hace el coach es conversar con su cliente, sin aconsejarle ni ofrecerle soluciones (su función es diferente a la de un consultor). Su metodología consiste en hacer preguntas para que su cliente se replantee incluso lo más obvio y recapacite sobre qué tipo de observador está siendo de las circunstancias, de las situaciones y de las acciones que está llevando a cabo y que no le están permitiendo conseguir sus objetivos.