martes, 29 de septiembre de 2015

EL PARADIGMA APRECIATIVO

La propuesta del paradigma apreciativo es focalizarse en las fortalezas, los recursos, y en aquello que queremos ver crecer más, desarrollándolos y potenciándolos de modo tal que las debilidades e ineficiencias sean irrelevantes. Esta manera de enfocar las circunstancias aumenta las emociones positivas, la innovación y la motivación que hacen que alcancemos resultados superiores a los del paradigma de resolución de problemas.

Porque el paradigma de resolución de problemas con foco en el déficit y lo que no funciona, el que nos han enseñado y nos hemos habituados a utilizar cotidianamente, nos conduce a tomar acciones que nos llevan precisamente a ese objetivo, a eliminar lo que no nos gusta y no queremos ver más. Esto es, devolvernos al status quo y al equilibrio. Este paradigma es reparador y conservador, lo que no está mal, pero nos limita para obtener algo mejor.

Las organizaciones que solo se focalizan en la resolución de problemas pueden ser eficientes pero difícilmente lleguen a ser excelentes. Las personas que solo se focalizan en corregir y eliminar lo que no está bien en sus vidas, pueden sobrevivir muchos años, pero difícilmente sean plenamente felices. Lo que nos produce felicidad duradera no es ausencia de malestar sino la promoción de estados emocionales positivos y la puesta en práctica de nuestras fortalezas.

La apreciatividad despierta emociones positivas que amplían nuestra mente porque nos predisponen a la creatividad, la innovación y el aprendizaje ayudándonos de este modo a construir nuevos recursos para la vida personal  y laboral.

Entonces… ¿QUÉ ES APRECIATIVIDAD?

Es la capacidad de ver y rescatar lo valioso y significativo de las personas, los sucesos y las cosas. Es la observación deliberada de lo mejor y lo preciado.

Cuando somos apreciativos con nosotros mismos, elevamos nuestra autoestima y autoeficacia.

Cuando somos apreciativos con otros mejoramos la calidad de nuestras relaciones.

Y cuando podemos apreciar lo mejor del mundo y las circunstancias, ampliamos nuestro marco de oportunidades y posibilidades.

Ser apreciativos es elegir intencionalmente enfocarse en lo mejor, en lo valioso y en los recursos existentes sin ponerse para ello un par de anteojos rosados que nieguen los defectos y debilidades. Una apreciatividad sincera es aquella que incluye una negatividad saludable y excluye la  negatividad desalentadora. Ni 100% apreciativos, ni avestruz que esconde su cabeza.

La buena noticia es que todos contamos con algún grado de habilidades apreciativas. Pero la mala noticia es que estas habilidades pueden estar aletargadas o poco desarrolladas, porque nuestro cerebro es un experto buscador de amenazas y la mayoría hemos sido educados en este sentido. La apreciatividad es un músculo que se ejercita y con prácticas todas podemos aumentarla y desarrollarla.

COACHING APRECIATIVO

El coaching apreciativo se basa en procesos que ponen el  foco en el “núcleo positivo” de las personas y los sucesos. Las herramientas que utiliza el coach (persona que acompaña a una persona o un equipo a alcanzar los logros que se proponen potenciando al máximo sus habilidades y destrezas) para su intervención están dirigidas a la valoración y el desarrollo de lo mejor de la persona.

Un coach apreciativo propicia la reflexión, indagación y argumentación apreciativa. Promueve la resignificación y reinterpretación de las historias de su cliente.

El coach apreciativo ayuda a su cliente a mantener viva sus  imágenes guía de futuro “afirmativas”, ya  que son ellas las que mantendrán el entusiasmo y la motivación necesarios para sustentar las acciones que lo llevarán a  alcanzar el éxito, son la clave para la evolución positiva del proceso.

Este enfoque  aumenta las emociones positivas lo  que anima a la persona a asumir mayores compromisos con el proceso y a transitarlo de manera más amigable a pesar de la incomodidad y temores propios de un camino de  cambio y transformación.

Cuenta con nosotros!

lunes, 21 de septiembre de 2015

Factores principales en la atención al cliente.


Diferenciación:

Podemos considerar que una atención al cliente que mejore día a día se puede convertir en un elemento esencial de la gestión estratégica de nuestra organización, un aspecto diferencial que ofrecemos al posible comprador y que nos diferencia de forma positiva con respecto a la competencia.

Descubrir las necesidades y expectativas del consumidor:

Pensemos que nuestro servicio o producto es el mejor del mundo. Nosotros lo sabemos, y también creemos que la atención dispensada es única, perfecta, y que todo lo que hacemos es inigualable. Pensemos ahora que el cliente, es decir, la persona que es el centro de todo lo que hacemos, no percibe igual lo que nosotros pensamos, o quizás espera un servicio o atención diferentes.
Vamos a tener muy en cuenta la figura del cliente. Todo lo que podamos saber sobre él será bienvenido, ya que ese conocimiento nos evitará grandes fracasos y nos dará la oportunidad de mejorar de forma continuada.

Mejora continua y flexibilidad:

No pensemos que somos los únicos que quieren mejorar en la atención al cliente y la calidad. Las empresas que piensan sobrevivir dentro de la competencia actual, hacen lo mismo. Por lo tanto la intención no es solo ofrecer una buena atención al cliente, hemos de procurar dar la mejor, para lo que es necesario que nos adaptemos continuamente a las diversas situaciones, lo que obligará a aumentar la flexibilidad de la organización en la que desempeñamos nuestra labor.

El trabajo y el cliente, lo esencial:

No basta con orientar nuestro esfuerzo hacia el cliente o hacia el trabajo, es necesario saber estar con actuaciones que valoren aspectos humanos, y saber hacer, lo que implica los aspectos más técnicos del trabajo. Hay que desarrollar ambas orientaciones de manera eficiente.

Atención al cliente = fidelización:

La infidelidad se ha convertido en un problema para muchas empresas, que ven como sus clientes les traicionan adquiriendo productos o servicios de la competencia. Enfocar nuestra atención al cliente como un camino para fidelizar, puede hacer que corrijamos este problema. La fidelización se conseguirá aportando nuevos valores a nuestros productos o servicios. Nuestra intención es siempre cubrir las necesidades del cliente, satisfacerle lo máximo posible mediante la creatividad, la innovación o la personalización. Buscando valores que sean interesantes para los consumidores nos diferenciará, ofreciéndonos ventajas muy interesantes, como la fidelización.   

Estos factores han de ser muy tenidos en cuenta a la hora de atender correctamente a un cliente, ya que nos permitirán que todo el proceso se desarrolle de manera correcta y adecuada.

sábado, 12 de septiembre de 2015

El buen trato hacia los empleados mejora los resultados.

Generar un buen ambiente de trabajo es hoy para las compañías algo tan valioso como la facturación o la estrategia de marketing. Se trata de un problema de gestión, ya que muchas veces los altos niveles jerárquicos simplemente no saben cómo tratar y motivar a sus empleados.

 “Contrato a la gente por sus manos, pero traen a trabajar sus cabezas, y eso es un problema”, Henry Ford.

El principal problema que tiene las empresas está centrado en las relaciones interpersonales.

Un gerente que tome buenas decisiones, pero que tenga situaciones de conflicto entre su equipo de trabajo, no puede jactarse de una buena administración. A corto o a largo plazo, estos conflictos impactarán negativamente en los resultados de la empresa.

Por lo tanto, para llevar a cabo una administración exitosa se deben observar algunos principios fundamentales: respeto, tolerancia, disposición y motivación.

Respeto: es el principal ingrediente en el desarrollo de relaciones interpersonales exitosas. La palabra de un directivo tiene que tener valor para un empleado; lo que se dice, se cumple. Tanto en el premio como en el castigo. Cuando la palabra de un gerente tiene valor, no solo consigue respeto, sino que genera un clima de confianza. Reconocer los errores e intentar enmendarlos también es una manifestación de respeto.

Tolerancia: es necesario aceptar la riqueza de la diversidad; todos somos diferentes; los empleados no son maquinas; cuando se contrata personal debe existir la convicción de que esas personas van a contribuir al mejor desempeño de la empresa. Escuchar las opiniones puede ayudar a encontrar nuevas ideas. Cuando el empleado siente que es tratado como una máquina, reacciona en forma negativa y no solo se resienten las relaciones, sino que se resiente también el desempeño. También hay que saber esperar los tiempos de cada persona; no todos los empleados van a rendir un 100% desde el primer momento. Ser tolerante significa saber esperar los tiempos de adaptación y acomodación de cada uno, para logar la mayor integración y compromiso y, por ende, mejores resultados.

Disposición: evitar las actitudes de omnipotencia y de sentirse como “un ser superior”. Tener disposición significa que el empleado siente que puede hablar con su jefe. No necesariamente hay que realizar esta práctica en forma diaria, pero es importante que se haga esporádicamente. El empleado debe sentir que es escuchado y tomado en cuenta.

Motivación: es uno de los principales factores para lograr la fidelización y la lealtad hacia la empresa. Un empleado motivado no solo está comprometido con su trabajo, sino también con los valores y la filosofía de la empresa. Lograr la fidelización a través del buen trato

Para que una empresa pueda considerarse como exitosa, no basta sólo con tener elevados niveles de venta o desarrollo sino hay que buscar equipos bien integrados. En un ambiente de cordialidad y respeto, el trabajo puede ser visto como un modo de vida y no como una obligación. 

Finalmente, los resultados positivos serán tanto para la organización como para las personas.

Cuenta con nuestra colaboración!